CRÓNICA SALAMANCA
Campus Universitario
de Excelencia
Versus Campus Pedagogico
La arquitectura escolar, y la
arquitectura universitaria en concreto, forman parte inseparable del
proyecto educativo y formativo propio de la escuela, de las
universidades, no es algo ajeno al ser y proyecto pedagógico que tales
instituciones educativas pretenden desarrollar. El espacio, junto con el
tiempo, forma un doble conjunto de categorías imprescindibles en la
conformación de la identidad del hombre como individuo y de las
sociedades, de todas y cada una de ellas, desde luego que también de sus
instituciones.
La dimensión espacial de un establecimiento educativo, el entorno
ciudadano o natural que lo acoge, la belleza y armonía de su
construcción, la lógica interna de sus espacios, la adecuación y
comodidad que presenta para las tareas docentes e investigadoras, la
coherencia pedagógica que presente para el usuario o el visitante, entre
otros aspectos, hacen de una universidad, de un campus universitario su
reconocimiento de calidad, de atractivo, de recomendación para el
estudio y la investigación.
La arquitectura universitaria (de alto o bajo nivel) no es un adorno
suplementario, sino que es un elemento central de la oferta de calidad
de una universidad, en cualquier parte del mundo. La arquitectura
universitaria de calidad forma parte de su atractivo como institución
para el estudiante, el profesor y los investigadores. No se puede
instalar una universidad de cualquier forma, en un lugar indiferente,
con materiales poco singulares, sin diseño ni identidad.
Por ello nos parece tan interesante la inclusión del factor espacial y
arquitectónico que incorpora el programa de innovación universitaria que
promueve el Ministerio de Educación de España bajo el rótulo general de
“Campus de Excelencia Internacional”. La filosofía de fondo de este gran
programa no es otra que la defensa de una universidad de alta calidad,
pero bien acompañada de algunos elementos distintivos, entre ellos el
espacio, los espacios universitarios, el campus universitario y su
lógica arquitectónica y pedagógica.
La misma historia espacial de las nacientes universidades europeas, y
más tarde extendida por todas las naciones del mundo, responde a la
lógica de los valores y concepciones de la ciencia y la sociedad, tal
como se perciben en ese momento histórico.
Así, el modelo arquitectónico y pedagógico de las universidades, que ha
estado vigente durante siglos, ha sido el monástico y medieval, muy
parecido a la organización espacial y espiritual de los monasterios. En
él se está tratando de comunicar que hay que preservar el interior, que
hay que excluir la vida externa, que todo lo importante desde el punto
de vista espiritual y científico sucede dentro de las paredes y en los
claustros del monasterio, o de las universidades.
Más tarde encontramos bien definido el modelo europeo de los espacios
universitarios insertos en la ciudad (la Sorbona, Bolonia o Salamanca
son un excelente ejemplo), donde comienza a producirse la comunicación
entre ciencia, saberes y ciudad. Avanzando en el tiempo emerge el modelo
de campus norteamericano, de grandes espacios, en el campo, pero en
parte recluido y distinguido respecto a la ciudad, pues tiene vida
propia. Últimamente se ha generalizado el uso nominal de campus para un
grupo de instalaciones universitarias, ya forme parte de la ciudad o
esté fuera de ella, siempre que mantenga una cierta afinidad temática o
científica. Con ello se ha ido produciendo un eclecticismo espacial, que
en ocasiones ha producido una evidente degeneración conceptual, espacial
y pedagógica.
También se podría hablar con claridad de engendros, para referirse al
amontonamiento desordenado de espacios universitarios, sumados entre sí
para resolver un problema docente y organizativo, propio de una fase
expansiva de la universidad, como se ha vivido en España, sobre todo
desde 1975 a 2005. De ahí que en varias universidades encontremos ahora
ejemplos de engendros o malformaciones de campus universitarios, sin
lógica arquitectónica ni pedagógica.
En una universidad que pretenda ser de calidad, y reconocida como tal,
debe considerarse mucho mejor la organización técnica y pedagógica de
sus espacios, de sus campus. Debe ser capaz de dedicar un esfuerzo
sostenido a diseñar campus con valor arquitectónico y pedagógico añadido,
con una dimensión de utopía, como muy bien viene defendido el arquitecto
Pablo Campos desde hace algunos años, con auténtica pasión universitaria,
con criterio científico propio de la arquitectura, pero junto a otros
procedentes de la pedagogía, la ética y la estética.
José María Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es
CRÓNICA
Cartas desde la
ilusión
Querido Amigo:
En mi carta anterior te comentaba nuestro propósito de constituirnos
como “comunidad de aprendizaje” y comenzar a caminar a pesar de todas
las incertidumbres.
Hemos empezado por asumir algunas ideas que nos ayuden a sensibilizarnos,
ya que estamos convencidos de que nuestra práctica tiene que surgir
espontáneamente de nuestro “saber” acerca de las comunidades de
aprendizaje, y de nuestro “saber ser o estar” en relación con ellas.
Por eso, hemos compartido algunas ideas, que te expongo a continuación.
• Las comunidades de aprendizaje proporcionan ambientes que facilitan el
éxito.
• El término “comunidad de aprendizaje” denota tanto un enfoque
implacable como una orientación activa hacia aprendizaje y describe el
tipo de aula en la que la construcción de la comunidad fundamenta la
obtención de resultados académicos y sociales.
• Los profesores desarrollan la cultura del compañero para apoyar el
aprendizaje de cada miembro de la comunidad.
• El profesor juega un papel clave en la creación de una comunidad que
no genera distinciones entre “nosotros” y “otros”, sino que incluye a
todos en “nosotros” independientemente de su identidad cultural.
•La diversidad se valora, se busca y se integra en las estrategias
educativas.
• La comprensión (“caring” = preocupación/cuidado por los demás) y el
apoyo se integran en la acción educativa y es evidente en la práctica
tanto de profesores como alumnos.
• Los alumnos son capaces de expresar y procesar perspectivas
discrepantes.
• Los desacuerdos sobre el curriculum se valoran y el conflicto
cognitivo se considera como un recurso fundamental para el proceso de
aprendizaje.
• Una comunidad de aprendizaje ni está bloqueada por una “cultura de la
simpatía” que impida el aprendizaje ni está minada por el abuso y la
intimidación entre compañeros (es decir, por el bullying).
La primera de estas ideas es fundamental. Estamos convencidos de que
nuestra apuesta es por el éxito. Sabemos que no sabemos cómo lo
conseguiremos (te pido perdón por el juego de palabras), pero tenemos la
certeza de que nuestro camino acabará en el éxito.
Una razón muy sencilla que puede explicar esto es nuestro propósito de
desarrollar la cultura del compañero para apoyar el aprendizaje de cada
miembro de la comunidad. Esta idea parece muy simple, pero creemos que
es sumamente eficaz, porque cambia los planteamientos que hemos seguido
hasta ahora en la escuela tradicional. En efecto, en lugar de centrarnos
en el individuo, en su competitividad, en su trabajo individualizado, en
su saber mayor que el resto de sus compañeros, nos vamos a centrar en el
compañero, en la colaboración, en el trabajo en equipo, en asumir que
los resultados son siempre mejores cuando se producen en grupo que
cuando los produce un solo individuo. En definitiva, en nuestro centro
creemos que el éxito se consigue de manera colectiva, es decir, cuando
se implica a todos y todos se sienten implicados, evitando, de esta
manera, la marginación de algunos que se vienen considerando,
tradicionalmente, como “menos capacitados” o, incluso, “menos
adaptados”.
Como fácilmente puedes adivinar, esto nos lleva a implantar, de una
manera decisiva y definitiva, la metodología del “aprendizaje
cooperativo” (a la que te he aludido ya en algunas de mis cartas
anteriores) como fundamento de nuestro propósito de desarrollar la
competencia de “aprender a aprender” en nuestros alumnos.
Es evidente que, estando en un período de sensibilización, no podemos
adelantar líneas de actuación (buenas prácticas) claras y contundentes
establecidas desde el consenso. Esperamos que estas buenas prácticas
surjan a lo largo de los días desde el aprendizaje que, como profesores,
hacemos a partir de la observación del impacto que todo esto está
produciendo en nuestros alumnos.
Me gustaría comentarte otras muchas cosas, pero, en esta ocasión, cierro
mi comunicación contigo ofreciéndote, a modo de resumen, la definición
de la comunidad de aprendizaje del siglo XXI, tal como la entienden los
científicos: “Las comunidades de aprendizaje están configuradas por
personas que comparten un mismo propósito, colaboran para aprovechar las
fortalezas personales, respetar la variedad de perspectivas y promover
activamente oportunidades de aprendizaje; los resultados se concretan en
la creación de un entorno vibrante y sinérgico, la mejora del potencial
de todos los miembros y la posibilidad de crear nuevos conocimientos”.
Como siempre, salud y felicidad.
Juan A. Castro Posada
juancastrop@gmail.com
PRIMEIRA COLUNA
Educação para todos
O acesso à educação para todos e em
iguais circunstâncias é um objectivo que deve continuar a ser
perseguido. Uma educação que envolva a comunidade na sua globalidade,
que lhe exija responsabilidades, e que permita que o acesso à escola e
ao ensino, nos diferentes níveis de ensino, seja uma realidade.
O Ensino Magazine considera que esse objectivo continua ainda a ser
perseguido. Mas acredita que a sua melhor concretização deve passar por
parcerias que promovam a educação e o ensino, criando sinergias que
contribuam para uma educação exigente, mas de oportunidades iguais para
todos. Desde o número zero, e já lá vão quase 14 anos, o Ensino Magazine
procurou criar essas mesmas sinergias, estabelecendo parcerias e
protocolos com instituições de ensino portuguesas. Sinergias que
permitiram envolver toda a comunidade (escolar e não escolar) no
propósito de contribuir para uma escola melhor. Mas também para que a
própria escola tivesse uma nova abertura à sociedade e não se fechasse
dentro das suas paredes.
A assinatura do protocolo de cooperação entre a Comissão Nacional da
Unesco (Organização das Nações Unidas para a Educação, Ciência e
Cultura) e o Ensino Magazine para a promoção da sua rede de escolas
associadas, surge como um momento marcante na vida do nosso jornal, por
várias razões:
- Partilhamos os objectivos da própria Unesco, as quais passam por
exemplo pela “promoção da paz e da cooperação internacional através da
Educação”. Basta olharmos para história daquela Organização e verificar
o excelente contributo que tem sido prestado ao ensino, produzindo
debates, lançando ideias e sugestões relativos à educação dos jovens no
sentido da compreensão internacional. O aparecimento do Projecto da Rede
de Escolas Associadas (ASPnet, Associated Schools Project Network), em
1953, surgiu como um passo natural do trabalho até então desenvolvido, e
em 2004, a Rede incluía já mais de 7500 instituições de ensino, desde a
educação pré-escolar até à formação de professores, em 175 países.
- Ao criarmos uma secção - Espaço SEA - no Ensino Magazine pretendemos
divulgar e valorizar o trabalho desenvolvido pelas Escolas Associadas,
“as quais se comprometem a promover os ideais da Unesco, desenvolvendo
e/ou aplicando projectos-piloto destinados a preparar melhor as crianças
e os jovens para enfrentarem os desafios de um mundo cada vez mais
complexo e interdependente”.
- Porque também partilhamos a ideia da própria Unesco, de que “estas
escolas não são escolas privilegiadas ou especiais, são parte integrante
do sistema educativo nacional e geridas de acordo com esse mesmo
sistema”.
Estamos por isso a falar de excelência na promoção de um melhor ensino
para todos. Um ensino de partilha, já que as escolas associadas ao
participarem nesse sistema tornam-se escolas piloto, inspirando outras
instituições a empreender projectos similares.
É com esta abertura e responsabilidade que olhamos para o futuro. Como o
temos feito ao longo destes últimos quase 14 anos...
João Carrega
carrega@rvj.pt
CRÓNICA
Bolos de Arroz
Nos idos da minha juventude, havia uma
aposta curiosa que consistia na oferta de uma determinada quantia (nada
de exageros…) a quem conseguisse comer um bolo de arroz em um minuto.
Não sei se hoje ainda se fazem da mesma massa, mas garanto que era
tarefa difícil e, regra geral, votada ao fracasso, mesmo para os
companheiros, que todos tivemos um dia, que tudo sabiam e de tudo eram
capazes.
Pior, houve quem, há um bom par de anos – figura grotesca da nata
política, na área socialista – afirmasse que, aos dezoito anos, terá
ficado espantado pelo facto de os bolos de arroz possuírem na base um
círculo de papel vegetal. Não porque até então nunca tivesse degustado o
famigerado bolo seco, com cinta também de papel e presença obrigatória
em todas as pastelarias, bem pelo contrário, era dos seus preferidos.
Mas o coitado nunca reparou no pormenor e, já agora esclareço, comia o
papelinho circular da base, que muito bem lhe sabia e associava ao
prazer do sabor do seu bolo predilecto.
Ou muito me engano ou tudo isto me ocorreu a propósito da saga
Coelho/Sócrates, ou Dupond & Dupont… fingindo a discordância, simulando
diferenças ou aparentando a zanga, quando na realidade o que pensam é
porque é que eu não me lembrei desta. No fundo, são farinha do mesmo
saco.
Estiveram a banhos. Ganharam uma cor mais sadia e agora que estão de
regresso (sim, esta gente sai e entra, entra e sai) trazem novo folgo
para as velhas ideias, para passarem nova temporada a tentar
convencer-nos que é desta que a coisa vai, que é agora que nos vão tirar
a barriga de misérias, com estatísticas à carta, mais desemprego, mais
inflação e festa, muita festa e fogo-de-vista para um copo de água que
não foi servida ainda mas já está inquinada.
O mesmo não é dizer que a esta mesa ninguém se vai sentar. Como diz
Alberto Cortez no seu poema el vino, … “y entoces, son bravucones, /
hasta que el vino se acaba/ pues del matón al cobarde/ solo media la
resaca.”
Um, anda numa corrida desenfreada, tentando demonstrar que o seu pastel
é aquele que os portugueses mais apreciam, que é doce, que faz bem a
tudo, que conforta o estômago e aquece a alma e, em suma, os tira da
fome e da miséria. O que não diz é que temos apenas um minuto para o
comer e jamais conseguiremos tal proeza.
O outro, no mesmo tom mas com a esperteza de quem já conhece o papel da
base, e tem o paleio adequado para mentir ou desmentir q b, insiste que
comamos, que é tudo comestível e… à saída logo se vê.
Em qualquer dos casos, pode dizer-se que falam de velhas receitas, cujos
resultados são, em regra, amargos de boca. Mas têm razão num pormenor:
ainda é com papas e bolos que se enganam os tolos.
Resta saber quando terá o povo a maturidade necessária para lhes dar,
não o bolo, mas o arroz. A ambos.
João de Sousa Teixeira
teijoao@gmail.com
UNIVERSIDAD SALAMANCA
Eikichi Hayashiya
honoris causa
La Universidad de Salamanca nombrará
doctores honoris causa en Traducción y Documentación al ex embajador de
Japón en España Eikichi Hayashiya y en Farmacia al científico Henri R.
Manasse durante la ceremonia que se celebrará el próximo 21 de octubre a
las 11:30 horas en el Paraninfo de las Escuelas Mayores de la
Universidad.
Ovidi Carbonell, director del Centro Cultural Hispano-Japonés y miembro
del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de
Salamanca, es el padrino del diplomático Eikichi Hayashiya. En calidad
de padrino de Henri R. Manasse actúa Alfonso Domínguez Gil-Hurlé,
catedrático del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la
Universidad de Salamanca.
Eikichi Hayashiya, ex embajador de Japón en España, nace en Uji,
prefectura de Kyoto en 1919. Graduado de la Universidad Nacional de
Estudios Extranjeros de Osaka, cursa estudios en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Salamanca de 1941 a 1944. Tiene
en su haber una amplia carrera diplomática entre las que figuran sus
años como Embajador de Japón en España, México o Bolivia. Asimismo,
formó parte del séquito de S.A. el Príncipe Heredero en su visita
oficial a España, Venezuela y México en el año 1992.
Entre sus obras publicadas destacan las traducciones de “Sendas de Oku”
(traducción castellana de Oku-no-Hosomichi, realizada con Octavio Paz),
Editorial de la Universidad Autónoma de México, 1956; “Popol Vuh” (traducción
japonesa), Editorial Chukoron, 1960; “Cartas de Colón” (traducción
japonesa), Editorial Iwanami, 1965; Diario de Colón (Traducción
japonesa), Editorial Iwanami, 1977; y “Relación de las Cosas de Yucatán”
(traducción japonesa), Editorial Iwanami, entre otras publicaciones.
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