Director Fundador: João Ruivo    Director: João Carrega    Publicação Mensal    Ano XII    Nº137    Julho 2009

Opinião

CRÓNICA SALAMANCA

Bases electrónicas y aplicaciones informáticas

El uso de la tecnología digital en la gestión de las universidades ha pasado por varias fases. Fue hace tiempo la de la moda, y esnobismo, la que hace años introdujo a los profesores y administrativos , junto a boberías declaradas, en el manejo de instrumentos informáticos útiles, y luego declaradamente necesarios. Había que acelerar, mejorar las actuaciones burocráticas, la información administrativa, y en parte se consiguió, si bien sólo en parte. También fue la etapa de resistencias casi numantinas por parte de algunos a perder las tradiciones, las buenas tradiciones de la lentitud, del forofismo del papel y la firma legal, del reglamentismo exacerbado, reino de los juristas y administrativistas enfermizos, leguleyos al fin.

Aquella etapa inicial de esnobismo telemático e informático , seguramente necesaria, ha permitido mejorar y modernizar (sólo parcialmente ) la gestión y la administración de la universidad, e iniciar otra fase algo más sensata y ordenada frente a la introducción alocada del último ordenador, aplicación, aparatejo añadido. Lo cual ha conducido a la internacionalización de un nuevo código para la ciencia, las relaciones universitarias, la investigación compartida.

Hoy es imposible encontrar una sola universidad en el mundo, al menos que se precie y se presente como tal, que carezca de instrumentos de gestión informática, para la información, la matricula, la gestión económica, las relaciones internacionales, la investigación. Es evidente que tan sustantivo como unos estatutos universitarios para cada universidad es hoy la página electrónica que oriente y ofrezca servicios de una determinada universidad. También existen las páginas electrónicas corporativas, y otras que se concretan a través de redes multinacionales que se unen a un entorno determinado. Universia, por ejemplo, es capaz de ofrecer información inmediata y detallada de centenares de universidades.

Entiendo que hoy nadie (profesores, rectores, administrativos) es tan necio que desee negar la evidencia en este campo propio de las universidades, como es la aceptación inevitable, guste o no, mucho o poco, de las nuevas tecnologías de la información para la gestión y para el acceso a nuevas y nunca imaginadas fuentes de comunicación y bases de datos. El profesor no se puede manejar en su vida docente e investigadora, en sus relaciones con otros colegas y universidades, sin echar mano de plataformas virtuales, direcciones electrónicas, buzones, mensajes, sitios específicos donde verter y consultar información.

Pero tan cierto como lo anterior es una circunstancia que lamentablemente se produce más de lo deseable en las universidades, si nos referimos al uso y abuso de algunos instrumentos y decisiones electrónicas. Hay universidades que cambian o modifican de forma acelerada su formato electrónico, su visibilidad, aduciendo que los anteriores rectores carecían de ideas, eran ineptos, antiguos en el manejo electrónico, y vuelven locos a los usuarios habituales de los servicios informáticos de las universidades.

Da la impresión que, de forma parecida a como actúa un nuevo inquilino en la casa que llega a ocupar, es necesario pintar de nuevo, cambiar tabiques, reorientar los focos de luz, y desde luego cambiar los muebles. Puede que sea legítimo, pero no siempre es necesario, y en ocasiones hasta poco conveniente. El principio general de actuación es así, y pocas dudas quedan sobre la necesidad del cambio.

Las consecuencias con frecuencia no son las deseables, pues se cambia de página web , de formato, de simbolismo, más allá de lo necesario, insisto. Y se cambia de aplicación para los formatos de currículo vitae, de información relativa a la investigación, a la dedicación docente. De tal forma que el docente e investigador de estos primeros años del siglo XXI está abocado a una continua y exigente marcha trágico cómica de preparar mil y una variantes, cuando precisa participar en un concurso público, solicitar financiación para organizar un congreso, competir para obtener fondos para un proyecto de investigación. Este es, con todo realismo, el calvario que pasa cada día el profesor y el investigador. Esa es la imagen detestable, pero cada vez más habitual e insensata, que recibe el profesor universitario de muchos de sus órganos y personas responsables de la gestión universitaria.
Cuando , además de esa actitud de cambio tontuno e innecesario, se añade la inevitable caducidad de programas informáticos, por el avance inexorable que introducen las nuevas tecnologías, nos encontramos a veces inermes ante una jerga, un estilo de hacer, una velocidad de cambio, y un esnobismo informático difíciles de soportar.
Y es que el profesor y el investigador en la universidad debe estar familiarizado con lo fundamental en el uso de las nuevas tecnologías, pero no puede ser un ingeniero informático, o un permanente buscador de formalismos y tecnologías que le obligan a perder demasiado tiempo respecto a lo que sobre todo debe hacer: estudiar, enseñar bien, atender a sus alumnos, investigar, producir conocimiento, extender la cultura, proyectarse en la sociedad y en la comunidad donde vive o a la que sirve, y de donde procede. Lo demás no dejan de ser juegos de manos, fuegos artificiales, tan efímeros y engañosos como los petardos y las luces propias de la noche de San Juan, en el mes de junio, en el solsticio de verano.

Pero , ¡cuidado!, lo anterior de ninguna manera propone volver a las cavernas de la gestión universitaria tradicional.

José María Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es

 

 

 

UNIVERSIDAD SALAMANCA

Estudiantes extrajeros satisfechos

Los alumnos extranjeros de la Universidad de Salamanca ven superadas sus expectativas académicas al término de sus programas estudios en la institución académica, según informó el vicerrector de Relaciones Internacionales y Cooperación, Manuel Alcántara, en la presentación de los resultados de la encuesta realizada por la unidad de calidad en el mes de mayo de 2008 entre este grupo de alumnos.

Entre los resultados fundamentales del estudio destaca la alta fidelización de los encuestados, traducida en satisfacción con el claustro y los servicios de la Universidad en general. El prestigio de la Usal ha crecido, lo cual corroboran las respuestas con respecto a las expectativas cumplidas: la mayoría afirma que se han sobrepasado. Otro elemento a señalar es el nivel de atracción que ejerce la ciudad sobre los visitantes y la generación de actividad económica a partir de las ayudas y becas para estudio que se ofertan en la actualidad.

Alcántara recalcó la importancia que tiene para los sectores económicos de la sociedad salmantina la actividad cotidiana de los estudiantes, incluso hasta para el negocio inmobiliario, pues una de las modalidades preferidas por los estudiantes es el alquiler de pisos compartidos. En este sentido, hizo un llamamiento a las empresas e instituciones económicas a que reconozcan la importancia de incrementar el número de alumnos foráneos, “y una buena forma es contribuir con el programa de becas de la universidad”.

En la presentación, el vicerrector planteó como reto para el futuro expandir el trabajo de captación de alumnos entre Asia y África, cuya presencia es a veces nula en los cursos, y aumentar la presencia en países iberoamericanos donde es menos conocida su actividad académica e investigadora. “La Universidad está preparada y tiene capacidad para recibir más estudiantes del exterior”, apuntó. Además, también comentó la necesidad de organizar redes de cooperación económica y académica que comprometan a los gobiernos de otros países a proveer con recursos financieros los estudios de sus ciudadanos en Salamanca.

 

 

 

CRÓNICA

Teoria da Erecção

É verdadeiro o adágio que diz que só nos rimos do mal. De facto, quando o ministro Teixeira dos Santos, deu para a posteridade a notícia de que estávamos já a sair da crise – é verdade que ele, bem como a parelha Pinho e Lino, o respectivo chefe… Todos eles, pronto, bebem da mesma taça – não pude conter uma sonora gargalhada! Não esperava esta dos chifres do Pinho, é verdade, mas esta gente não pensa que os portugueses são estúpidos, não, advoga apenas uma filosofia paliativista que consiste em provocar a sensação de optimismo em situações adversas, sem a qual a conjuntura não altera ou, dito de outra forma: ficamos com a impressão de que a circunstância melhorou, se interiorizarmos que tal ocorreu.

Recordo o meu saudoso amigo Alves Gomes e o seu “compêndio” de psiquiatria no capítulo “perturbações esquizofrénicas”, da autoria de Elisabete Soares e Saldanha de Azevedo: as psicoses esquizofrénicas são assim definidas como um conjunto de perturbações onde dominam a discordância, a incoerência ideoverbal, a ambivalência, o autismo, as ideias delirantes, as alucinações mal sistematizadas…

Mas não, descansa em paz, meu amigo, que eles sabem (muitíssimo bem) o que fazem. Em política, a coisa fia mais fino. O que não esperava era esta dos chifres do Pinho. E neste caso o que eles querem é que, à força de afirmarmos que a crise já passou, nos convençamos de que realmente vivemos “outra vez” no oásis, na abundância e, já agora, premiemos estes benfeitores com o nosso voto nas próximas eleições. Por mim é limpinho, podem já encomendar as faixas!

Claro que para tudo é preciso descaramento. Aliás, as cortes sempre tiveram este tipo de artistas para animar a malta, e esta não foge à regra. Não adianta pois, vir agora o resto da turma desmentir aquilo que eu mesmo ouvi com estes dois que a terra me há-de comer. O que não esperava era esta dos chifres do Pinho.

Entretanto, na Europa, o desemprego continua a aumentar, a taxa de juro do BCE agarra-se com unhas e dentes a 1% para que o sistema financeiro e económico não vá pelo cano abaixo e vive a euforia da viragem eleitoral à direita, peditório para o qual contribuímos. A crise, ao contrário do que o ministro nacional porreirista Teixeira dos Santos vaticinou, está aí para durar. Não será ele nem os seus próximos a levar com ela, mas disso não se livrarão muitos milhões de nós, europeus. O que não esperava era por esta dos chifres do Pinho.

Até Outubro vale tudo para fingir, iludir, ludibriar e fazer de conta, como os americanos, para quem tudo o que cheira bem é genuíno e tudo o que fede é consequência da má vizinhança.

Contudo, tenho também eu a minha teoria sobre a coisa. É certo que não tão criativa e muito menos abrangente por causa do género, mas com pés para andar. É assim uma espécie de tópico comum cuja simples citação imediatamente traz à memória uma série de axiomas conhecidos, mais ou menos brejeiros, mas seguramente reais e de muito fácil compreensão.

É a chamada teoria da erecção: o pensamento “positivo”, e não obsessivo – por causa dos acessos de ansiedade – digamos assim, é sempre meio caminho para a concretização do objectivo. Bem, mas esta dos chifres do Pinho, ultrapassa-me completamente!.

João de Sousa Teixeira
teijoao@gmail.com
 

 

 

PRIMEIRA COLUNA

Desafios digitais

A escola debate-se, hoje, com um dos seus maiores desafios. Chama-se Desafio Digital e os professores, sobretudo estes, mas também toda a comunidade educativa, devem saber encontrar os caminhos certos para tirar partido das novas tecnologias, das diferentes plataformas de aprendizagem que estão a emergir. Florentino Blásquez, professor Catedrático da Universidade da Extremadura (Espanha), refere que “com as novas tecnologias de informação e comunicação está a formar-se uma nova sociedade. E a Escola tem que se adaptar aos novos desafios”.

Hoje, os jovens que frequentam as nossas escolas são nativos digitais. Isto é nasceram com as novas tecnologias, possuem conhecimentos em determinadas áreas. Conseguem receber e comunicar informação, através de vários meios tecnológicos tradicionais (TV, rádio) e digitais (telemóvel, Internet, mail, SMS, redes sociais), de forma síncrona e assíncrona. Preferem claramente o texto “caótico”, ou seja, o hipertexto, no qual o leitor escolhe o caminho de leitura em função dos seus interesses, não tendo de obedecer a uma estrutura de um documento definida pelo autor, como acontece, por exemplo, num livro. Para eles, escrever não é apenas escrever com palavras, em suporte papel. Escrever pode ser escrever com palavras, com imagens estáticas ou em movimento. Aderem por isso a novas linguagens e, frequentemente, adapta-se facilmente a novos conceitos de ortografia (ex: SMS, chat).

Este estudante considera que a sua evolução acontece através da partilha de conhecimento e não da aquisição individual do conhecimento. Assim, aprender é um acto mais social que individual. Quanto mais partilha e mais informação partilham com ele, maior é o seu poder, porque mais informação domina. Por isso, estes alunos não se adaptam a uma escola em que o professor ensina e o aluno aprende. Estes alunos são activos, intervêm na sua aprendizagem, aprendem com recurso aos novos meios tecnológicos, e sabe manusear as tecnologias de informação e comunicação, muitas vezes com vantagem em relação aos professores. Esta questão já há cerca de um ano foi abordada, e muito bem, por João Ruivo no seu editorial, mas, nunca é demais ser debatida.

São estes os estudantes que já andam na Escola e, gradualmente, a escola vai ter maioritariamente alunos assim. A Escola tem assim um grande objectivo pela frente, que passa por contrariar esta espécie de bulling tecnológico. Florentino Blásquez diz mesmo que é necessário elaborar alternativas pedagógicas inovadoras que respondam às exigências sociais de sociedade democrática”. No seu entender “a escola inovadora será aquela que pela cultura de colaboração seja uma organização que também aprenda”. Uma escola que tenha a ousadia de aprender também com os seus alunos, que também consiga reconstruir o saber experiencial desses estudantes...

João Carrega
carrega@rvj.pt

 

 

 

CONTRA-BAIXO

Os cornos

Safei-me, por pouco, de ver em tempo real, os cornos do ministro da economia, dirigidos a um deputado na Assembleia da República desta coisa chamada nação portuguesa, a precisar urgentemente de um safanão. A tempestade lá chegou de forma avassaladora e os indicadores que tramaram Pinho (que título genial do Jornal de Negócios!!!) invadiram os lares e escaparates, contentando o circo.

Ora foi a 10 de Junho que António Barreto, num brilhante discurso, em Santarém, apelou ao exemplo. Coisa recente, como se vê: “Contra a decadência moral e cívica, os portugueses terão mais a ganhar com o exemplo do que com discursos pomposos”, disse na altura. Fui ver como terminou Barreto, pois quando dei com os indicadores de Pinho e me lembrei da parte do debate a que assisti, na Assembleia, o discurso do antigo ministro da agricultura, invadiu-me a memória.

“Em momentos de crise económica, de abaixamento dos critérios morais no exercício de funções empresariais e políticas, o bom exemplo pode ser a chave, não para as soluções milagrosas, mas para o esforço de recuperação do país”.

Deputados histéricos e a perderem a calma, mais interessados no “sound-byte” (muito “interessante” uma parte na qual se referiu a imagem de um deputado perante a lavoura) do que em fazer um verdadeiro balanço da legislatura. Um chefe de bancada a discutir com o presidente da Assembleia sobre o significado da palavra interpelação. No fim ficámos todos na mesma. E, claro, os cornos. Esta foi a resposta dada a António Barreto, por um regime moribundo e que parece não dar conta do facto.

Foi na Assembleia da República, mas na rua, nas escolas, aqui e ali, um pouco por todo o lado é o mesmo. A bestialidade anda à solta. Dir-me-ão que é da crise, que ela torna os nossos olhos mais cinzentos e que andamos mais educadinhos e limpinhos, usamos computadores logo que largamos a chucha e que, oportunamente, já somos mais letrados e, claro, somos os maiores nas energias alternativas, obra do Pinho dos cornos.

Mas não. Basta ler jornais, blogues, andar na rua, ter filhos a estudar na escola pública, ouvir as conversas no café e ver o canal da Assembleia da República, para perceber que falamos de ilusões. Ilusões como aquelas que o ministro das finanças alimenta, quando nos diz, sem se rir, que há sinais de que estamos mais perto do fim da crise.

Como diz António Barreto, precisamos de exemplos. Basta ver o que aconteceu ao ex-ministro da economia, logo a seguir ao episódio dos cornos. Ainda não gozou as merecidas férias e já tem trabalho, se assim o quiser: Berardo convidou-o para administrador da sua fundação, a tal que precisou de um bom empurrão do Estado português. Pois bem prega Barreto, é de exemplos que precisamos. Eu diria mesmo mais. Precisamos de elites. Das verdadeiras.

Carlos Semedo
carlossemedo@gmail.com

 


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