Director Fundador: João Ruivo    Director: João Carrega    Publicação Mensal    Ano XII    Nº131    Janeiro 2009

Opinião

CRÓNICA

Estatuto del Professor Universitario

En 10 de noviembre del año 2008 la Secretaría de Estado de Universidades del gobierno español, en la actualidad adscrita al Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha enviado a universidades, organizaciones empresariales y sindicatos un borrador titulado “Estatuto del personal docente e investigador de las universidades españolas”.

Es un documento largamente esperado por miles de personas implicadas en la vida universitaria española, puesto que desde hace varios años había sido solicitado desde muy diferentes instancias sociales, políticas, profesionales, universitarias ante todo. Esto era así porque los reglamentos y normativas generales vigentes en las universidades en estos primeros años del siglo XXI, y de efectos sobre la inmensa mayoría de aspectos de la vida cotidiana de los profesores universitarios españoles, responden más a fórmulas organizativas propias del siglo XIX que del ya muy diferente siglo XXI. Existe, sin duda alguna, una grave disfunción, un <decalage>, entre lo legislado y con vigencia, y la vida real de cada profesor, en cada universidad, cada día más autónoma y diferente, por fortuna.

En un Estado tan descentralizado como el de la España de 2009, con un grado de autonomía universitaria tan acentuado, era sin embargo necesario establecer algunos criterios de cohesión, de proximidad, coherencia y reconocimiento mutuos entre universidades, y entre Comunidades Autónomas, si no se quería llegar casi al disparate de hacer cada uno lo que le viniera en gana, o de no encontrar elementos de cierta similitud universitaria, cuando es evidente la existencia de un Estado central con indudables competencias.

En un modelo de universidad como la española, que en pocos años ha dado un salto enorme en su concepción organizativa, en su productividad científica, en su impacto social, técnico, empresarial, y en su reconocimiento público, es también necesario atender correctamente a los nuevos hechos, a las variables que han ido emergiendo en las últimas décadas. El salto tan impresionante que ha dado la sociedad española en estos últimos cuarenta años obliga a un estilo de hacer universidad muy diferente, y a resolver los problemas internos de las universidades de manera bien distinta.

Desde luego que fue muy importante la reforma que en 1983 introduce el Partido Socialista con la Ley de Reforma Universitaria (LRU). Era imprescindible atender entonces, poco después del final de la Dictadura de Franco, poco después de ser aprobada la Constitución de 1978, sobre todo a dos grandes cuestiones pendientes y urgentes: 1) democratizar la vida interna de las universidades en todos sus ámbitos y sistemas de representación, y 2) dar un impulso decisivo a la producción científica, a la investigación de los departamentos, grupos de investigación y profesores en particular.

Después del comienzo de la restauración democrática en 1978 había que abandonar un modelo de universidad asentado en el funcionariado y en la formación de fiuncionarios, en una concepción centralizada y napoleónica al fin, donde sólo con timidez se hablaba de investigación. La función docente, hasta entonces casi exclusiva entre las tareas de un catedrático , comienza poco a ser compartida con la dedicación a la producción científica, y en muchos casos de aplicación tecnológica.

Esta es la clave de interpretación de este interesante documento, que vamos a tener oportunidad de comentar, debatir, y difundir, porque trata de responder a las cuatro grandes tareas o tipos de actividad que ya viene desempeñando un profesor en la universidad de la España de 2009.

En primer lugar la docencia, pero con un decidido modelo innovador, y de calidad. El profesor universitario a partir de ahora podrá optar por dedicarse más a la docencia que a la investigación (y a la inversa), pero tendrá que someterse a controles de calidad externos y objetivos para que su dedicación profesional sea correctamente reconocida como tal.

En segundo lugar la investigación, como capítulo ineludible en la vida diaria del personal universitario, sobre todo el profesor funcionario doctor (que debe componer por encima del 51% de toda universidad). La actividad investigadora, muy arraigada ya en estos momentos en la universidad española, debe encontrar su espacio, combinación adecuada con la docencia, y apoyo para su correcto desempeño.

En tercer lugar, en una estructura democrática tan sensible, como es la universidad española, la tarea de gobierno y representación debe encontrar también el pertinente reconocimiento, para evitar caer en los arriesgados brazos de los profesionales de la gestión, de la burocracia y del gobierno, cuando son colegas que están a tu lado, y dedican su tiempo a veces con generosidad, a veces con intereses poco confesables, y en todo caso actúan en nombre de todos los representados. Sean rectores, vicerrectores, decanos, directores de departamentos, claustrales, comisionados de mil y una tareas burocráticas y de gestión, deben ser valorados de forma equilibrada y justa en su dedicación.

Finalmente, la universidad española hace tiempo que dejó de ser una aislada, minoritaria y elitista torre de marfil, independiente de la sociedad, las empresas, las instituciones y problemas de la vida cotidiana de la gente. La tarea de difusión, proyección del saber y de la investigación, de los conocimientos científicos, básicos o aplicados, es una función irrenunciable y cada vez más importantes en la vida del profesor. Sobre todo esto es así en una universidad pública, de servicio público, como lo es en su inmensa mayoría cuantitativa y cualitativa la universidad española.

De todo ello trata de hablar y responder en parte este documento, este borrador, un texto de 36 páginas que nos invita a adentrarnos en su lectura y comentario, por los importantes asuntos universitarios que aborda, y los muchos más que sugiere. Volveremos en más ocasiones.

José María Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es

 

 

 

SALAMANCA

La Batalla de Bandas

Un total de ocho grupos participarán, según ha decidido el jurado, en la segunda edición de la Batalla de Bandas que se desarrollará entre el 11 de febrero y el 1 de abril. Call me John, será la formación encargada de abrir la tanda de conciertos el próximo, 11 de febrero.

Tras su actuación los amantes de la música podrán disfrutar, todos los miércoles hasta el 1 de abril, de los conciertos de grupos como Las grandes rimas, N-122, Sin razones, Al que ladre, Klanghor, Stoykos y Nubes de Malta, procedentes de distintas provincias como León, Valladolid, Zamora y Salamanca. Los conciertos, que tendrán lugar en la Sala Irish Rover a las 22:30 horas, serán gratuitos y ofrecerán la posibilidad de escuchar distintos estilos como el brit pop, el rock, el hip hop, el pop o el heavy.

Tras el éxito obtenido en la primera edición, la Universidad de Salamanca, desde su Servicio de Actividades Culturales y el Consejo de Delegaciones en colaboración con la Sala Irish Rover, Ren-Core Producciones y FiloFarm Producciones, convocaba en el mes de noviembre la II Batalla de Bandas Universitarias.

En esta ocasión colaboran, además, la Universidad de Burgos, el Consejo de Alumnos de Burgos, la Universidad de León, la Junta de Estudiantes de León, la Universidad de Valladolid, la Universidad Pontificia de Salamanca y la Escuela de Música Gombau.

 

 

 

OPINIÃO

Cartas desde la ilusión

Querido Amigo:

Te voy a contar, en esta carta, otra de las actividades que realicé con mis alumnos con la finalidad de que, poco a poco, vayan profundizando en el sentido de la convivencia y de todos los valores y creencias que entraña.

En esta ocasión les conté la historia del escarabajo y el gusano, con la idea de que comenzasen a pensar, o simplemente intuir, el valor de la amistad y la necesidad de considerar a todos los compañeros como iguales, independientemente de sus características personales, culturales o sociales.

He aquí la historia:

Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.

El escarabajo era consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.

El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera de vida del escarabajo le criticó a éste su amistad con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos…… y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.

Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo.

Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.

Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.

Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que volver sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.

Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.

En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado.

Le contaron cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final.

Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien.

Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a él.

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.

Y así aprendió varias lecciones ese día:

Primera: La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

Segunda: El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas ni las limitaciones propias o las ajenas.
Tercera: El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una amistad.

La destruyen las dudas y nuestros temores.

Cuarta: Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones,… todo lo que ambos compartisteis en el tiempo, se va con él.

El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien le había aconsejado mal, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.

Esta historia me sirvió para organizar varias actividades que resultaron, a mi entender, muy fructíferas y contribuyeron a que mis alumnos comenzaran a entender la importancia de la amistad y lo necesaria que es para la convivencia.

No puedo contarte más ahora. Me falta espacio.

Un abrazo muy fuerte, con todos mis deseos de salud y felicidad.

Juan A. Castro
juancastrop@gmail.com
www.me-ayudas.com

 

 

 

CRÓNICA

"O grande desafio"

Júlio de Matos Martins, era para mim e para grande parte dos albicastrenses, o Juca. Lembro-me de o ver, fortíssimo, creio que a defesa-direito, defender as cores do Benfica de Castelo Branco, nos meus tempos de menino, na companhia do casal Castilho, a cada Domingo de jogo, quando este era ainda um espectáculo de família.

O Juca não era propriamente um homem alto, mas era rijo e os adversários contrários não o fintavam com facilidade. Um dia, se a memória não me atraiçoa, contra a equipa de Nazaré, o Juca entrou num lance com um avançado contrário e a violência do embate fê-lo desmaiar. Fiquei em pânico com a situação. Jamais me passaria pela cabeça que o Juca pudesse desmaiar, quanto mais ficar imóvel deitado no chão, como morto. Enquanto a equipa médica o socorria, a assistência, os adeptos em particular, agitavam-se preocupados, como se quisessem ver a evolução do estado de saúde do jogador, através dos que o rodeavam e atendiam. Mas o Juca recuperou e, daí a pouco tempo, já voltava a “meter o pé” como se nada tivesse acontecido. Nessa altura não havia profissionais e os valores recebidos eram pouco mais que simbólicos. A dedicação, o empenho e a defesa da camisola é que faziam a diferença, após seis dias de trabalho na profissão e alguns treinos pelo meio, o Domingo era para dar o litro. O Juca fazia isso como ninguém.

Pouco antes do Natal chegou-me a notícia do seu falecimento. Embora há muitos anos não privasse com ele (por razões apenas geográficas), doeu-me saber que para o Juca esta não teve defesa possível. As minhas sentidas homenagens. Afinal, foi este o seu último grande desafio.

Quando um novo ano desponta, a tendência é compararmos activos e passivos do ano que finda e perspectivarmos o novo ano. Sinceramente, no meio de tanta crise falsa e verdadeira, verdadeira e falsa, fica-se sem saber o que é activo e o que é passivo. Não é este um discurso pessimista, mas antes a denúncia de quem mente, de quem finge, de quem finta o futuro, com o objectivo de se aconchegar no seu presente. São muitos, infelizmente. Primeiro foi a surpresa hipócrita sobre a crise financeira do sistema capitalista, depois o socorro à banca, vítima do sistema e pilar da economia, a seguir veio aquilo que incrivelmente é ainda pior que a inflação: a deflação, fenómeno exógeno que deteriora os preços no mercado.

Balanço? De quê, se para quem governa vamos de vento em popa e foi graças à acção perspicaz dos nossos governantes que os europeus não estão hoje a passar as passas do Algarve. Balanço? Como, se o mal está longe e o bem não tarda. Balanço? Para quê, se isto é como Gabriel Alves chamaria ter dois pés direitos.

António Jacinto, poeta angolano, dizia, ao concluir o seu “Grande Desafio”:

… Mas talvez um dia/quando as buganvílias alegremente florirem/quando as bimbas entoarem hinos de madrugada nos capinzais/quando a sombra das mulembeiras fora mais boa/ quando todos os que isoladamente padecemos/ nos encontrarmos iguais como antigamente/talvez a gente ponha/ as dores, as humilhações, os medos desesperadamente no chão/no largo – areal batido de caminhos passados – /os mesmos trilhos de escravidões/onde passa a avenida que ao sol ardente alcatroamos e/unidos nas ânsias, nas aventuras, nas esperanças/vamos então fazer um grande desafio...

João de Sousa Teixeira
teijoao@gmail.com
 

 

 

INSTITUTO UNIVERSITARIO

Eusebio Blanco es nuevo director

El profesor de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes, Eusebio Sánchez Blanco, se convertía hoy, martes 13 de enero, en el nuevo director del Instituto Universitario de Investigación en Arte y Tecnologías de la Animación tras proceder, la Junta Electoral de la Universidad de Salamanca, a su proclamación provisional como único candidato propuesto. El nombramiento se hará efectivo a partir del viernes, 16 de enero, día en el que se publicará la lista definitiva.

Eusebio Sánchez Blanco, único candidato en las elecciones a director del Instituto, desarrolló hasta marzo de 2007 un importante trabajo al frente del Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca, momento en el que fue relevado por el actual director de servicio Bernardo García-Bernalt, profesor del Departamento de Economía e Historia Económica.

 

 

 

OPINIÃO

A última oportunidade de 2009

“Descemos do automóvel e já não necessitamos de nos fazer acompanhar de imagens antecipatórias. Aos poucos e poucos vemo-nos portanto aproximando do local onde estamos. A ponta mais extrema da Europa é demarcada por uma lata de Isostar esmagada no chão e por preservativos a espreitarem para fora de lenços de papel amarfanhados. E a sensação: mesmo que não aconteça mais nada, a viagem já valeu a pena.” Este parágrafo é parte do relato de Egyd Gstättner, ao chegar ao Cabo da Roca, que encontrei no volume Portugal não é um país pequeno (ed. Livros Cotovia), com organização de Manuela Ribeiro Sanches.

Fernando Clara, autor do curto ensaio no qual encontrei este relato de Gstättner, conclui que não é fácil ter um olhar tão nítido e preciso sobre a Europa que definha demograficamente, procurando através de produtos estimulantes recuperar a energia perdida e que “mascarem uma impotência ou uma infertilidade auto-imposta”.

Esta imagem forte despertou em mim algumas reflexões não sobre a posição geográfica e simbolismo de Portugal no mapa europeu, mas sim sobre a forma como este país assume a gestão do seu território. Nasci e passei grande parte da minha vida em regiões da chamada raia, com uma forte dependência da agricultura e, agora, depois de desvalorizada a actividade rural, mais viradas para os serviços. Vivi o êxodo para o litoral e assisti ao crescimento monolítico de Lisboa, uma metrópole aqui e ali bonita e pitoresca mas que nem por isso se consegue afirmar como grande cidade. Também presenciei a última migração, das aldeias para as pequenas cidades do interior, obrigando na maior parte das vezes, a um crescimento desordenado das mesmas, com construções que pouco se integraram nas malhas urbanas existentes, criando linhas de descaracterização e de corte com o património. Escrevi obrigando porque tal pareceu ser uma fatalidade, uma necessidade, um imperativo. Mas não o era. Se o crescimento destas pequenas cidades tivesse obedecido a um planeamento minimamente cuidado viveríamos hoje em espaços muito mais agradáveis e valorizados, melhorando a qualidade de vida das pessoas não só com acesso a infra-estruturas básicas, mas também pela harmonia e riqueza da arquitectura e design urbano.

Mas a grande debilidade é seguramente a falta de massa crítica. Secamente formulado, a falta de pessoas. Uma das consequências mais óbvias é de que, muitas vezes, nestas cidades nos sentirmos como numa aldeia um pouco maior e não mais que isso. A falta de cosmopolitismo está lá, sente-se ao virar de cada esquina. Celebram-se os shoppings mesmo que 20 anos depois do litoral, vibra-se com as escadas rolantes que chegam finalmente, alegria fruto de um provincianismo atroz. Com algumas excepções, a oferta cultural é frágil e nem a construção de equipamentos, em alguns casos de grande qualidade, muda o cenário.

Nada do que vivemos nestas zonas é uma fatalidade mas mudar é tarefa particularmente difícil. Manter o tecido empresarial vivo, reequacionar o papel do ensino superior na construção da vida nas cidades de interior, apostar na cultura, no turismo, investir na qualidade da arquitectura e do design urbano são apenas algumas das apostas fundamentais para o nosso futuro.

Num ano marcado por diversas eleições é também importante relembrar que esta é a última oportunidade de usufruir de fundos comunitários que ou são bem aplicados ou apenas servirão para nos enganar durante um par de anos e acentuarão, ainda mais, as dificuldades de quem acredita ser possível construir uma vida aqui, na região raiana.

Carlos Semedo
carlossemedo@gmail.com

 


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