CRÓNICA
Estatuto del Professor
Universitario
En 10 de noviembre del año 2008 la
Secretaría de Estado de Universidades del gobierno español, en la
actualidad adscrita al Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha enviado a
universidades, organizaciones empresariales y sindicatos un borrador
titulado “Estatuto del personal docente e investigador de las
universidades españolas”.
Es un documento largamente esperado por miles de personas implicadas en
la vida universitaria española, puesto que desde hace varios años había
sido solicitado desde muy diferentes instancias sociales, políticas,
profesionales, universitarias ante todo. Esto era así porque los
reglamentos y normativas generales vigentes en las universidades en
estos primeros años del siglo XXI, y de efectos sobre la inmensa mayoría
de aspectos de la vida cotidiana de los profesores universitarios
españoles, responden más a fórmulas organizativas propias del siglo XIX
que del ya muy diferente siglo XXI. Existe, sin duda alguna, una grave
disfunción, un <decalage>, entre lo legislado y con vigencia, y la vida
real de cada profesor, en cada universidad, cada día más autónoma y
diferente, por fortuna.
En un Estado tan descentralizado como el de la España de 2009, con un
grado de autonomía universitaria tan acentuado, era sin embargo
necesario establecer algunos criterios de cohesión, de proximidad,
coherencia y reconocimiento mutuos entre universidades, y entre
Comunidades Autónomas, si no se quería llegar casi al disparate de hacer
cada uno lo que le viniera en gana, o de no encontrar elementos de
cierta similitud universitaria, cuando es evidente la existencia de un
Estado central con indudables competencias.
En un modelo de universidad como la española, que en pocos años ha dado
un salto enorme en su concepción organizativa, en su productividad
científica, en su impacto social, técnico, empresarial, y en su
reconocimiento público, es también necesario atender correctamente a los
nuevos hechos, a las variables que han ido emergiendo en las últimas
décadas. El salto tan impresionante que ha dado la sociedad española en
estos últimos cuarenta años obliga a un estilo de hacer universidad muy
diferente, y a resolver los problemas internos de las universidades de
manera bien distinta.
Desde luego que fue muy importante la reforma que en 1983 introduce el
Partido Socialista con la Ley de Reforma Universitaria (LRU). Era
imprescindible atender entonces, poco después del final de la Dictadura
de Franco, poco después de ser aprobada la Constitución de 1978, sobre
todo a dos grandes cuestiones pendientes y urgentes: 1) democratizar la
vida interna de las universidades en todos sus ámbitos y sistemas de
representación, y 2) dar un impulso decisivo a la producción científica,
a la investigación de los departamentos, grupos de investigación y
profesores en particular.
Después del comienzo de la restauración democrática en 1978 había que
abandonar un modelo de universidad asentado en el funcionariado y en la
formación de fiuncionarios, en una concepción centralizada y napoleónica
al fin, donde sólo con timidez se hablaba de investigación. La función
docente, hasta entonces casi exclusiva entre las tareas de un
catedrático , comienza poco a ser compartida con la dedicación a la
producción científica, y en muchos casos de aplicación tecnológica.
Esta es la clave de interpretación de este interesante documento, que
vamos a tener oportunidad de comentar, debatir, y difundir, porque trata
de responder a las cuatro grandes tareas o tipos de actividad que ya
viene desempeñando un profesor en la universidad de la España de 2009.
En primer lugar la docencia, pero con un decidido modelo innovador, y de
calidad. El profesor universitario a partir de ahora podrá optar por
dedicarse más a la docencia que a la investigación (y a la inversa),
pero tendrá que someterse a controles de calidad externos y objetivos
para que su dedicación profesional sea correctamente reconocida como
tal.
En segundo lugar la investigación, como capítulo ineludible en la vida
diaria del personal universitario, sobre todo el profesor funcionario
doctor (que debe componer por encima del 51% de toda universidad). La
actividad investigadora, muy arraigada ya en estos momentos en la
universidad española, debe encontrar su espacio, combinación adecuada
con la docencia, y apoyo para su correcto desempeño.
En tercer lugar, en una estructura democrática tan sensible, como es la
universidad española, la tarea de gobierno y representación debe
encontrar también el pertinente reconocimiento, para evitar caer en los
arriesgados brazos de los profesionales de la gestión, de la burocracia
y del gobierno, cuando son colegas que están a tu lado, y dedican su
tiempo a veces con generosidad, a veces con intereses poco confesables,
y en todo caso actúan en nombre de todos los representados. Sean
rectores, vicerrectores, decanos, directores de departamentos,
claustrales, comisionados de mil y una tareas burocráticas y de gestión,
deben ser valorados de forma equilibrada y justa en su dedicación.
Finalmente, la universidad española hace tiempo que dejó de ser una
aislada, minoritaria y elitista torre de marfil, independiente de la
sociedad, las empresas, las instituciones y problemas de la vida
cotidiana de la gente. La tarea de difusión, proyección del saber y de
la investigación, de los conocimientos científicos, básicos o aplicados,
es una función irrenunciable y cada vez más importantes en la vida del
profesor. Sobre todo esto es así en una universidad pública, de servicio
público, como lo es en su inmensa mayoría cuantitativa y cualitativa la
universidad española.
De todo ello trata de hablar y responder en parte este documento, este
borrador, un texto de 36 páginas que nos invita a adentrarnos en su
lectura y comentario, por los importantes asuntos universitarios que
aborda, y los muchos más que sugiere. Volveremos en más ocasiones.
José María Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es
SALAMANCA
La Batalla de Bandas
Un total de ocho grupos participarán,
según ha decidido el jurado, en la segunda edición de la Batalla de
Bandas que se desarrollará entre el 11 de febrero y el 1 de abril. Call
me John, será la formación encargada de abrir la tanda de conciertos el
próximo, 11 de febrero.
Tras su actuación los amantes de la música podrán disfrutar, todos los
miércoles hasta el 1 de abril, de los conciertos de grupos como Las
grandes rimas, N-122, Sin razones, Al que ladre, Klanghor, Stoykos y
Nubes de Malta, procedentes de distintas provincias como León,
Valladolid, Zamora y Salamanca. Los conciertos, que tendrán lugar en la
Sala Irish Rover a las 22:30 horas, serán gratuitos y ofrecerán la
posibilidad de escuchar distintos estilos como el brit pop, el rock, el
hip hop, el pop o el heavy.
Tras el éxito obtenido en la primera edición, la Universidad de
Salamanca, desde su Servicio de Actividades Culturales y el Consejo de
Delegaciones en colaboración con la Sala Irish Rover, Ren-Core
Producciones y FiloFarm Producciones, convocaba en el mes de noviembre
la II Batalla de Bandas Universitarias.
En esta ocasión colaboran, además, la Universidad de Burgos, el Consejo
de Alumnos de Burgos, la Universidad de León, la Junta de Estudiantes de
León, la Universidad de Valladolid, la Universidad Pontificia de
Salamanca y la Escuela de Música Gombau.
OPINIÃO
Cartas desde la
ilusión
Querido Amigo:
Te voy a contar, en esta carta, otra de las actividades que realicé con
mis alumnos con la finalidad de que, poco a poco, vayan profundizando en
el sentido de la convivencia y de todos los valores y creencias que
entraña.
En esta ocasión les conté la historia del escarabajo y el gusano, con la
idea de que comenzasen a pensar, o simplemente intuir, el valor de la
amistad y la necesidad de considerar a todos los compañeros como
iguales, independientemente de sus características personales,
culturales o sociales.
He aquí la historia:
Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas
horas.
El escarabajo era consciente de que su amigo el gusano era muy limitado
en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo
comparado con los escarabajos.
El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el
escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los
gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado,
tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.
Un día, la compañera de vida del escarabajo le criticó a éste su amistad
con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir
al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus
movimientos…… y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera
le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.
Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su
visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba
y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo,
y por ello no contestaba el saludo.
Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.
Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos
cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano que el
escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para
esperar a que éste lo buscara.
Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba
muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que
cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo
conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que volver
sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.
Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a
ver al gusano.
En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron las diarias e
infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el
escarabajo y averiguar qué le había pasado.
Le contaron cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca
del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y
así sucesivamente.
Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el
momento final.
Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al
escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo
le había pasado a él.
El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de
otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido
las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le
proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le
causó la muerte.
Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y
tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería
porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su
amistad.
Y así aprendió varias lecciones ese día:
Primera: La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu
propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
Segunda: El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las
razas ni las limitaciones propias o las ajenas.
Tercera: El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una
amistad.
La destruyen las dudas y nuestros temores.
Cuarta: Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las
frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones,… todo lo
que ambos compartisteis en el tiempo, se va con él.
El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien
le había aconsejado mal, pues fue decisión suya el prestar oídos a las
críticas sobre su amigo.
Esta historia me sirvió para organizar varias actividades que resultaron,
a mi entender, muy fructíferas y contribuyeron a que mis alumnos
comenzaran a entender la importancia de la amistad y lo necesaria que es
para la convivencia.
No puedo contarte más ahora. Me falta espacio.
Un abrazo muy fuerte, con todos mis deseos de salud y felicidad.
Juan A. Castro
juancastrop@gmail.com
www.me-ayudas.com
CRÓNICA
"O grande desafio"
Júlio de Matos Martins, era para mim e
para grande parte dos albicastrenses, o Juca. Lembro-me de o ver,
fortíssimo, creio que a defesa-direito, defender as cores do Benfica de
Castelo Branco, nos meus tempos de menino, na companhia do casal
Castilho, a cada Domingo de jogo, quando este era ainda um espectáculo
de família.
O Juca não era propriamente um homem alto, mas era rijo e os adversários
contrários não o fintavam com facilidade. Um dia, se a memória não me
atraiçoa, contra a equipa de Nazaré, o Juca entrou num lance com um
avançado contrário e a violência do embate fê-lo desmaiar. Fiquei em
pânico com a situação. Jamais me passaria pela cabeça que o Juca pudesse
desmaiar, quanto mais ficar imóvel deitado no chão, como morto. Enquanto
a equipa médica o socorria, a assistência, os adeptos em particular,
agitavam-se preocupados, como se quisessem ver a evolução do estado de
saúde do jogador, através dos que o rodeavam e atendiam. Mas o Juca
recuperou e, daí a pouco tempo, já voltava a “meter o pé” como se nada
tivesse acontecido. Nessa altura não havia profissionais e os valores
recebidos eram pouco mais que simbólicos. A dedicação, o empenho e a
defesa da camisola é que faziam a diferença, após seis dias de trabalho
na profissão e alguns treinos pelo meio, o Domingo era para dar o litro.
O Juca fazia isso como ninguém.
Pouco antes do Natal chegou-me a notícia do seu falecimento. Embora há
muitos anos não privasse com ele (por razões apenas geográficas),
doeu-me saber que para o Juca esta não teve defesa possível. As minhas
sentidas homenagens. Afinal, foi este o seu último grande desafio.
Quando um novo ano desponta, a tendência é compararmos activos e
passivos do ano que finda e perspectivarmos o novo ano. Sinceramente, no
meio de tanta crise falsa e verdadeira, verdadeira e falsa, fica-se sem
saber o que é activo e o que é passivo. Não é este um discurso
pessimista, mas antes a denúncia de quem mente, de quem finge, de quem
finta o futuro, com o objectivo de se aconchegar no seu presente. São
muitos, infelizmente. Primeiro foi a surpresa hipócrita sobre a crise
financeira do sistema capitalista, depois o socorro à banca, vítima do
sistema e pilar da economia, a seguir veio aquilo que incrivelmente é
ainda pior que a inflação: a deflação, fenómeno exógeno que deteriora os
preços no mercado.
Balanço? De quê, se para quem governa vamos de vento em popa e foi
graças à acção perspicaz dos nossos governantes que os europeus não
estão hoje a passar as passas do Algarve. Balanço? Como, se o mal está
longe e o bem não tarda. Balanço? Para quê, se isto é como Gabriel Alves
chamaria ter dois pés direitos.
António Jacinto, poeta angolano, dizia, ao concluir o seu “Grande
Desafio”:
… Mas talvez um dia/quando as buganvílias alegremente florirem/quando as
bimbas entoarem hinos de madrugada nos capinzais/quando a sombra das
mulembeiras fora mais boa/ quando todos os que isoladamente padecemos/
nos encontrarmos iguais como antigamente/talvez a gente ponha/ as dores,
as humilhações, os medos desesperadamente no chão/no largo – areal
batido de caminhos passados – /os mesmos trilhos de escravidões/onde
passa a avenida que ao sol ardente alcatroamos e/unidos nas ânsias, nas
aventuras, nas esperanças/vamos então fazer um grande desafio...
João de Sousa Teixeira
teijoao@gmail.com
INSTITUTO UNIVERSITARIO
Eusebio Blanco es
nuevo director
El profesor de Dibujo de la Facultad de
Bellas Artes, Eusebio Sánchez Blanco, se convertía hoy, martes 13 de
enero, en el nuevo director del Instituto Universitario de Investigación
en Arte y Tecnologías de la Animación tras proceder, la Junta Electoral
de la Universidad de Salamanca, a su proclamación provisional como único
candidato propuesto. El nombramiento se hará efectivo a partir del
viernes, 16 de enero, día en el que se publicará la lista definitiva.
Eusebio Sánchez Blanco, único candidato en las elecciones a director del
Instituto, desarrolló hasta marzo de 2007 un importante trabajo al
frente del Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de
Salamanca, momento en el que fue relevado por el actual director de
servicio Bernardo García-Bernalt, profesor del Departamento de Economía
e Historia Económica.
OPINIÃO
A última oportunidade
de 2009
“Descemos do automóvel e já não
necessitamos de nos fazer acompanhar de imagens antecipatórias. Aos
poucos e poucos vemo-nos portanto aproximando do local onde estamos. A
ponta mais extrema da Europa é demarcada por uma lata de Isostar
esmagada no chão e por preservativos a espreitarem para fora de lenços
de papel amarfanhados. E a sensação: mesmo que não aconteça mais nada, a
viagem já valeu a pena.” Este parágrafo é parte do relato de Egyd
Gstättner, ao chegar ao Cabo da Roca, que encontrei no volume Portugal
não é um país pequeno (ed. Livros Cotovia), com organização de Manuela
Ribeiro Sanches.
Fernando Clara, autor do curto ensaio no qual encontrei este relato de
Gstättner, conclui que não é fácil ter um olhar tão nítido e preciso
sobre a Europa que definha demograficamente, procurando através de
produtos estimulantes recuperar a energia perdida e que “mascarem uma
impotência ou uma infertilidade auto-imposta”.
Esta imagem forte despertou em mim algumas reflexões não sobre a posição
geográfica e simbolismo de Portugal no mapa europeu, mas sim sobre a
forma como este país assume a gestão do seu território. Nasci e passei
grande parte da minha vida em regiões da chamada raia, com uma forte
dependência da agricultura e, agora, depois de desvalorizada a
actividade rural, mais viradas para os serviços. Vivi o êxodo para o
litoral e assisti ao crescimento monolítico de Lisboa, uma metrópole
aqui e ali bonita e pitoresca mas que nem por isso se consegue afirmar
como grande cidade. Também presenciei a última migração, das aldeias
para as pequenas cidades do interior, obrigando na maior parte das
vezes, a um crescimento desordenado das mesmas, com construções que
pouco se integraram nas malhas urbanas existentes, criando linhas de
descaracterização e de corte com o património. Escrevi obrigando porque
tal pareceu ser uma fatalidade, uma necessidade, um imperativo. Mas não
o era. Se o crescimento destas pequenas cidades tivesse obedecido a um
planeamento minimamente cuidado viveríamos hoje em espaços muito mais
agradáveis e valorizados, melhorando a qualidade de vida das pessoas não
só com acesso a infra-estruturas básicas, mas também pela harmonia e
riqueza da arquitectura e design urbano.
Mas a grande debilidade é seguramente a falta de massa crítica.
Secamente formulado, a falta de pessoas. Uma das consequências mais
óbvias é de que, muitas vezes, nestas cidades nos sentirmos como numa
aldeia um pouco maior e não mais que isso. A falta de cosmopolitismo
está lá, sente-se ao virar de cada esquina. Celebram-se os shoppings
mesmo que 20 anos depois do litoral, vibra-se com as escadas rolantes
que chegam finalmente, alegria fruto de um provincianismo atroz. Com
algumas excepções, a oferta cultural é frágil e nem a construção de
equipamentos, em alguns casos de grande qualidade, muda o cenário.
Nada do que vivemos nestas zonas é uma fatalidade mas mudar é tarefa
particularmente difícil. Manter o tecido empresarial vivo, reequacionar
o papel do ensino superior na construção da vida nas cidades de
interior, apostar na cultura, no turismo, investir na qualidade da
arquitectura e do design urbano são apenas algumas das apostas
fundamentais para o nosso futuro.
Num ano marcado por diversas eleições é também importante relembrar que
esta é a última oportunidade de usufruir de fundos comunitários que ou
são bem aplicados ou apenas servirão para nos enganar durante um par de
anos e acentuarão, ainda mais, as dificuldades de quem acredita ser
possível construir uma vida aqui, na região raiana.
Carlos Semedo
carlossemedo@gmail.com
|