Director Fundador: João Ruivo    Director: João Carrega    Publicação Mensal    Ano XI    Nº130    Dezembro 2008

Opinião

CRÓNICA

Semanas de la ciencia sin (algunas) ciencias

Todos los años por el mes de noviembre, cual ciclo litúrgico laico, se desarrollan en toda España numerosas, así llamadas, "semanas de la ciencia". Primero fueron impulsadas y financiadas por el Ministerio de Educación, y más tarde por las Comunidades Autó-nomas, que reciben las com-petencias plenas en educación y universidades de forma ya definitiva y general desde el año 2000. Pero siempre en colaboración directa con las universidades, que son al fin las responsables de su organización y proyección entre alumnos universitarios, y sobre todo estudiantes de educación secundaria. Así acaban de organizarse y celebrarse varias decenas de estas semanas de la ciencia, con las mismas dudas de cada año, por cierto.

Desde luego que nos parece una iniciativa muy interesante, concebida para fomentar el espíritu científico entre los jóvenes, y entre los mayores también. Si hay algo que ha caracterizado a los tradicionales modelos educativos latinos, frente a los anglosajones, a lo largo de la historia, ha sido precisamente la ausencia de percepción social de la ciencia, o una débil presencia del espíritu científico en el curriculum formativo, ya sea en la escuela primaria, o en los niveles medios y superior. Frente a la sobre-abundancia de letras y leyes, y de un fervor hiperespeculativo, se adolecía de espíritu práctico, creativo, inventivo, tecnológico.

Para corregir ese desnivel y desfase, se ponen en marcha en España, hace ya un par de lustros, estas iniciativas sociales y científicas que tratan de hacer más presente el espíritu de la ciencia, de la racionalidad científica. Nos parece perfecto, adelante.

El problema se viene planteando también hace tiempo, ab initio, cuando se observa el contenido interno de esas semanas, y la ausencia reiterada de muchas otras ciencias que sistemá-ticamente son obviadas por los organizadores de turno. Porque da la impresión que esas semanas de la ciencia siempre las organizan personas con una tipología de pensamiento ante la ciencia muy similar, con independencia de su ubicación en el mapa ideológico o político correspondiente. Y sucede que es una percepción de la ciencia completamente sesgada y miope, que nos remite a un viejo debate del siglo XIX sobre el concepto de ciencia, que algunos podrían pensar que debiera estar superado, pero que parece no es así. Y eso se traduce además en opciones corporativas y excluyentes, que supone invitar a participar a unas ciencias y unos científicos, y olvidar y desconocer a otros muchos más.

Exagerando un poco las cosas, sólo para que se nos entienda, algunos parecen defender que sólo es científico aquel resultado que se obtiene a través de la observación por un aparatito llamado microscopio. O también otros que dicen que sólo es científico lo que conduce a expresiones técnicas, a transformaciones directas de un fenómeno de la química o de la física, de la materia al fin.

Desde tales concepciones parece deducirse que los ámbitos de las ciencias sociales y de las humanidades tienen difícil encaje en su concepto de ciencia, y la demos-tración más palpable de lo que decimos lo encontramos bien reflejada en los programas oficiales de las semanas de la ciencia que han organizado las universidades españolas recientemente. Si nos detenemos en su análisis observamos un profundo y desilusionante vacío y olvido para amplios sectores de la CIENCIA.

Si se quiere organizar algo parecido o idéntico a lo que se viene haciendo en esas semanas de la ciencia, debería ser más correcto denominar a tales actividades las SEMANAS DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y LAS TECNOLOGÍAS.

Pero si se desea organizar una SEMANA DE LA CIENCIA con letras mayúsculas, donde afianzar el espíritu cientifico en nuestras sociedades latinas (es decir, el de la razón, y el de la búsqueda de causas y efectos a través del método científico), tienen que tener cabida TODAS las ciencias, las jurídicas, las económicas, las de la educación, la psicología, la filosofía, las lingüísticas, todo el mapa de saberes científicos que han ido construyendo los hombres con su particular racionalidad. En las semanas de la ciencia deben estar contempladas y mostradas todas las ciencias, no sólo unas pocas, las experimentales y las próximas a las tecnologías.

De lo contrario los organizadores y responsables de esas semanas, de manera consciente o no, a sabiendas o por ignorancia, seguirán desfigurando la realidad, la ciencia y la transmisión de nuevos saberes a los ciudadanos, en especial a los jóvenes. Flaco favor a todos.

José María Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es

 

 

 

UNIVERSIDAD SALAMANCA

"Munificus Amicus Studii" para El Salvador

Cinco miembros de la Asamblea Legislativa de El Salvador recibían el miércoles, 3 de diciembre, las primeras distinciones “Munificus Amicus Studii Salmantini” que entregaba el rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso, en reconocimiento a los lazos que se han creado entre ambas instituciones y que han contribuido a la proyección, impulso y mejora de la Universidad, especialmente, en el ámbito internacional.

Tras disculpar la ausencia de Rubén Orellana, presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, y de Francisco Roberto Lorenzana, uno de los vice-presidente, Francisco Roberto Loren-zana Durán, vicepresidente; Enrique Alberto Luis Valdés Soto, secretario de la Junta Directiva; y Alejandro Arturo Solano, jefe de la Unidad de Asesoría Técnica Institucional, recibían los primeros diplomas que acreditan su colaboración con la Universidad de Salamanca, reconocimiento instituido con motivo del VIII Centenario de la fundación de la institución académica.

El rector, José Ramón Alonso, agradeció la oportunidad ofrecida desde la Asamblea Legislativa a la Universidad para “participar en el proceso de futuro en el que está inmerso El Salvador”. “Es un orgullo para la Universidad de Salamanca que los diputados de este país se hayan convertido en nuestros mejores embajadores en América Central”, apuntaba Alonso a la vez que destacaba que Brasil y El Salvador han sido los encargados de inaugurar la concesión del reconocimiento “Munificus Amicus Studii Salmantini”. “Son dos países que sentimos, realmente, como amigos”, agregó.

En su intervención, Lorenzana Durán calificó de “fundamental” el apoyo de la Universidad de Salamanca en la “consolidación de la paz en El Salvador” y recalcó que, a través del convenio suscrito en diciembre de 2007, “no sólo se ha favorecido la enseñanza académica sino la conveniencia política”.

A través de este acuerdo se han realizado durante este año una serie de conferencias magistrales dictadas por académicos españoles, y se ha fortalecido la biblioteca legislativa con una donación, en abril pasado, de 200 volúmenes sobre diferentes temáticas legales.

 

 

 

OPINIÃO

Cartas desde la ilusión

Querido Amigo:

En mi carta anterior te relaté "El vuelo de los gansos". Espero que te haya gustado.

Mi propósito inicial, a partir de esta narración para sensibilizar a mis alumnos, ha sido y es formar un auténtico grupo en el que todos ellos se sientan integrados y aceptados. A partir de ese "sentido" de grupo podremos comenzar a construir nuestro sistema de convivencia, desarrollando el plan de convivencia que yo mismo había programado antes de comenzar el curso.

Mi primer ejercicio fue el de "la bola de lana". El principal objetivo de esta actividad fue "materializar" una red de relaciones entre todos los alumnos del aula, de manera que se hiciera visible, mediante un hilo de lana, la "tela de araña" tejida entre todos, basándose en un buen deseo de cada persona hacia una/un compañera/o.

Para lograrlo, les pedí que retirasen las mesas y sillas colocándolas junto a las paredes del aula, dejando, en el centro, el mayor espacio libre posible. Entonces les indiqué que se colocasen alrededor, formando un círculo. Una vez colocados, les expliqué lo que debían hacer. Uno de ellos (previamente designado por mi) tenía una bola de lana en su mano dominante, y el final del hilo de la lana en la mano no-dominante. La/el alumna/o lanzó la bola de lana a una/un compañera/o para que la cogiera, teniendo ella/él sujeto el final del hilo. A la vez que lanzaba la bola de lana, debía expresar un deseo positivo a su compañera/o (por ejemplo, "María, te deseo que sigamos siendo buenos/as amigos/as").

La/el compañera/o que recibía la bola de lana, sujetaba el hilo y lanzaba, de nuevo, la bola hacia otra/o compañera/o, expresando otro deseo (antes de comenzar el ejercicio les expliqué que debían formular deseos siempre diferentes, evitando que se repitieran, insistiendo siempre en que los deseos debían ser positivos, y sólo positivos). La/el alumna/o que recibía la bola volvía a sujetar el hilo y a lanzar de nuevo la bola hacia otra/o compañera/o expresando un nuevo deseo positivo. Otra norma establecida antes de comenzar el ejercicio fue que se debería lanzar la bola siempre a una/un compañera/o diferente (para evitar que alguna/o de ellas/os recibiera varias veces la bola mientras que alguna/o no la recibiera ninguna vez).

Poco a poco fue apareciendo un "tejido" entre los alumnos, que sujetaban el hilo de lana con su mano no dominante, a medida que iban expresando, cada uno de ellos, su deseo.

Una vez que todos los alumnos habían recibido la bola, les indiqué que se fijasen en lo que habían hecho: habían tejido una red de relaciones entre todos ellos en la que nadie estaba excluido.

A continuación les pedí que diesen, todos ellos, un paso hacia el centro, con lo que la red se aflojó, pidiéndoles que observasen lo que había sucedido.

Después les indiqué que volviesen a su posición anterior, con lo que la red se estableció con las características iniciales, es decir, con una tensión "normal". Entonces les pedí que comenzasen a tirar del hilo hacia sí mismos, con lo que la tensión de la red aumentó. Les pedí que tirasen un poco más… y algún hilo se rompió, con lo que la red comenzó a destruirse.

En ese momento les pedí que cerrasen los ojos y pensasen en lo sucedido, recordando los momentos en que habían construido la red, el tiempo que la red estuvo caída, por falta de tensión entre los hilos, el momento de la vuelta a la tensión inicial, y, finalmente, el momento de la elevación de la tensión hasta tal punto que algunos hilos se rompieron y la red quedó parcialmente destruida.

Pasados un par de minutos, di por finalizada la actividad y les pedí que volviesen a colocar las mesas y las sillas en su sitio. Una vez acomodados todos en sus puestos, les indiqué que debían relatar en su portfolio lo que había sucedido y explicasen por qué y cómo se construyen las relaciones entre las personas, por qué, en ocasiones, las redes pierden tensión y por qué, otras veces, las redes se rompen como consecuencia del incremento de las tensiones. Además, debían explicar qué tipos de tensiones excesivamente fuertes pueden romper las relaciones entre las personas.

Siento no poder seguir y contarte los resultados de la actividad, pero los documentos de los portfolios fueron altamente reveladores, como podrás imaginar.

Un abrazo muy fuerte, con todos mis deseos de salud y felicidad.

Juan A. Castro
juancastrop@gmail.com
www.me-ayudas.com

 

 

 

CRÓNICA

Disse, está dito

 M.F.L. é criatura que nada me diz, a não ser memórias antigas de fadas impostoras, de nariz adunco, das histórias infantis, que Andersen tão bem soube congeminar e me deixavam perplexo com tanta maldade que ia por esse mundo. Mas tem vindo a produzir tais afirmações nos últimos tempos, que fazem corar as fadas da minha lembrança e, aqui para nós, parecer criaturas afáveis.

Esta de que vos falo agora, denuncia tiques xenófobos, anti-democráticos e depois diz que era a brincar. As "minhas" bruxas eram mais sinceras e têm a prerrogativa de me ter ensinado a fazer a diferença entre o bem e o mal. Esta finge ser um Messias, quando afinal é mais um apocalipse dos pés à cabeça.

Recentemente, descobri um livro, editado há quase trinta anos, chamado "Os Ferreira Leite de Rio das Pedras". Nesse momento julguei ter descoberto a pólvora, encontrado o fio à meada, ainda para mais dum Ferreira Leite, descendente de políticos tradicionais de Rio das Pedras. Rebate falso: Livro autobiográfico, fala da própria família e suas carreiras e do próprio autor, Renato Ferreira Leite, no magistério, em várias cidades paulistas, Bolas!

Não me move grande preocupação quanto às origens de M.F.L., e afinal isto é apenas uma crónica. Claro que não me refiro às origens conhecidas, mas a qualquer aspecto ancestral e caricato que pudesse explicar tão singular personagem.

Os jornalistas não deviam escolher as notícias, disse. Ninguém diz tamanha barbaridade se conseguir coordenar o pensamento e a fala. Mas M.F.L. disse com aquela fobia semelhante à dos que olhavam o patinho feio como uma aberração. É claro que estava a brincar, porque o que ela quis dizer já os Governos em que participou fizeram.

As grandes obras do actual Executivo, vão resolver o problema de desemprego de Cabo Verde e da Ucrânia, disse. Se pensasse só mais uns segundos, veria que desta forma genuína estava a revelar o seu pensamento discriminatório em relação a outros povos aqui imigrados, diria talvez que as grandes obras são elefantes brancos dos que agora alternam no poder, que até servia de metáfora para xingar os adversários políticos.

Para impor as "reformas" necessárias, suspende-se a democracia por seis meses seis, disse. Bem, esta além de revelar um pensamento politicamente cinzento, é aquilo que o meu amigo Necas chama de cabo de esquadra. Do que seria capaz esta mulher num mandato com maioria, se é capaz de conceber a suspensão da democracia por seis meses? Glosando a anedota atribuída a Bocage, é caso para dizer que o que M.F.L. disse, não foi ela, fui eu. O problema é que este "eu" ninguém assume no partido que dirige - pelo menos por banda dos seus colaboradores mais próximos - o que não me surpreende.

E assim voltei aos "Ferreira Leite do Rio das Pedras", mas foi tempo perdido. Não consegui mais do que ficar a saber sobre as atribulações de infância, as pragas de gafanhotos e a gripe espanhola, do início do século XX.

Não tendo conseguido qualquer pista, qualquer indício capaz de explicar (explicar aqui, numa crónica, repito) darei o assunto como um caso perdido.

João de Sousa Teixeira
teijoao@gmail.com
 

 

 

OPINIÃO

Carta ao Pai Natal

Caro Pai Natal, desculpa escrever-te tão tarde, pois imagino que não deve ser nada fácil organizar toda a logística neste mês de Dezembro. Como sabes, as coisas têm andado bem complicadas e é natural que uma pessoa perca um pouco a noção do tempo e das prioridades. Mas passemos ao que é importante. Resolvi pedir-te não alguns presentes para este Natal, mas sim a tua colaboração, poder e influência para um conjunto de pequenas grandes coisas que poderiam beneficiar o meu país em 2009. Não te assustes. Já sei que conheces bem a história de Portugal e uma certa ingovernabilidade do sítio, mas a tua visibilidade e credibilidade, pelo menos em alguns meios, poderá ajudar.

Começo por te pedir que intercedas por uma verdadeira autonomia das escolas ou agrupamentos. Sei que é tarefa complicada pois tal coisa não parece interessar muito ao Ministério e aos sindicatos, mas ao fim destes anos todos a discutir este assunto já é tempo de se perceber que esse caminho é o único que tornará possível uma significativa melhoria no sistema.

Gostava também que procurasses cativar quem tem poder para a importância do ensino artístico no perfil de formação genérico e comum a todas as áreas. Um ensino artístico assumido como uma base fundamental e não como um "enriquecimento". Os sinais vindos dos mercados de trabalho mostram que a capacidade de adaptação, elasticidade e criatividade são cada vez mais requisitos essenciais e nós parecemos ainda atados ao eterno "saber ler, escrever e contar". Não me interpretes mal! É fundamental saber ler, escrever e contar, mas a verdade (neste caso estatisticamente comprovada) é que de tanto falar nesse senso comum a única coisa que temos conseguido é mostrar cada vez menor competência nesse triângulo aparentemente mágico.

Outro pedido que tenho para te fazer relaciona-se com o chamado Ensino Artístico Especializado da Música. Anda por aí uma agitação que aponta para a possibilidade (nalguns casos já realidade) de aulas de instrumento serem leccionadas em grupos de 4, 8, 10, até mais alunos. Uma coisa assim do género linha de produção na qual todos os cérebros, braços e dedos parecem responder afinadamente à voz do mestre. Concordo que é possível trabalhar em grupo em determinados instrumentos e em fases muito precisas da aprendizagem. Mas o que está a acontecer é que para viabilizar a permanência de um determinado número de alunos nos sistema, das duas uma, ou os mesmos têm aulas de 10 minutos, o que dará para dizer olá ao professor, abrir os livros e tocar uma escala e arpejos, ou então iremos para a terapia de grupo. Bem, também haverá uma possibilidade que é a de começarem a surgir "explicações" de violino, violoncelo, etc., mais uma vez, um sistema paralelo à escola, uma das maravilhas lusitanas. Ajudas-me?

Finalmente e porque o espaço é limitado, pedia-te uma última coisa: não sei se 0,4% te faz lembrar algo. Talvez não, pois é uma percentagem realmente insignificante e tu tens coisas muito mais importantes em que pensar. Relembro-te que é a fatia do Ministério da Cultura de Portugal, no Orçamento Geral de Estado para o ano de 2009. Tenta lá chamar a atenção dos nossos políticos para o facto de a Cultura já ser um dos principais geradores de riqueza em muitos dos países da mítica Europa. E pergunta-lhes se acham que é com 0,4% que se consegue investir minimamente a sério neste sector.

Muito obrigado pela tua ajuda e desejo-te um excelente 2009!

Carlos Semedo
carlossemedo@gmail.com

 

 

 

MEMÓRIAS FICCIONADAS

Fome de livros

As aulas decorriam só durante a manhã. Aquele 1º ano era preenchido com oito disciplinas, todas anuais (nada do fatiado currículo, de UCs semestrais, que Bolonha veio a generalizar). Bem, em rigor nove, a Educação Física também constava do horário mas nunca entraram no ginásio nem viram a cara ao professor (se o havia). A de Saúde Pública, à partida, parecia pouco interessante (e para mais sem sebenta, o que obrigaria a assistir às aulas se quisessem passar no exame) mas o professor-médico, Almiro Laço, pleno de sabedoria e entusiasmo pelas matérias (e terras do Oriente), cativou-os desde logo. Anos volvidos vê-lo-ia à frente do Instituto Português do Sangue. Já a Introdução à Sociologia, disciplina inovadora para a época e na qual depositavam tantas expectativas, mostrou-se uma desilusão, a começar pela aridez do primeiro volume (da Portucalense Editora, 1969); intragável aquelas notas de rodapé, sobre autores e referências bibliográficas das 19 (!) escolas sociológicas, que, em letra miudinha, ocupavam mais espaço na página que o corpo do texto. O professor-autor (J.J.) era (aquilo a que hoje chamaríamos) um populista, que distribuía shake-hands por todos os estudantes, ao atravessar a "sala verde", carregando, em cada mão, uma mala a transbordar de livros. O Antonino, da A.E., gracejava: "lá vai mais uma pilha de livros para engrossar as notas de rodapé da 2ª edição revista e (muito) aumentada". Aquele professor, baixo e roliço, saneado no PREC, viria, no Portugal de 90, a protagonizar, com o seu primogénito JBG, um mediático e rocambolesco caso de corrupção da maior universidade privada onde tinha chegado a reitor (aí, imagine-se, chegou a condecorar Mikhail Gorbatchov e, naturalmente, criou o lugar de "provedor do estudante" que o actual ministro M. Gago veio a instituir no RJIES). Outros, como o Dimas-Chefe de Secretaria que ensinava Ronga (língua bantu de um povo, com pouco mais de 700 mil falantes, da província da então Lourenço Marques), e cujos afazeres administrativos se sobrepunham à actividade docente, faltava com desusada frequência. Razão por que grande número de alunos a escolheu, entre o lote de disciplinas opcionais (Sânscrito, Árabe, Concanim), mesmo sabendo que nunca a usariam na vida (hoje, Arcílio torce a orelha por não ter ido aprender Árabe com o Prof. Farelo, sempre lhe seria de maior proveito e utilidade). Diziam os mais velhos que eram ambos uns mãos largas a dar notas, só que numa trabalhava-se no duro e na outra gazeteava-se.

Mas por muito que Arcílio gostasse do discurso teórico-prático do Prof. Almiro Laço, era-lhe difícil chegar a horas à primeira aula, a das 8:30h. A viagem era longa: de comboio, da Póvoa a Moscavide, e depois no autocarro 28, a atravessar meia Lisboa, até à paragem na (antiga) FIL.

- Jonas, puseste o "P"? - perguntava Arcílio ao seu conterrâneo Guevara, assim apelidado pelos amigos devido às parecenças ideológicas e físicas (barba e boina preta) com o guerrilheiro idolatrado. Jonas, vindo da Beira, morava agora em casa de uns tios, na rua dos correios, perto do Instituto. O controlo de faltas fazia-se por uma folha de presenças que circulava entre os alunos que colocavam apenas um "P" na quadrícula respectiva e, como não se exigia a rubrica, a solidariedade funcionava para os companheiros que, por razões várias, tinham faltado. Os gazeteiros inveterados tornavam-se assim uma espécie de alunos voluntários… mas sem a chatice de fazer frequências. Bom, de quando em vez convinha ir a uma aula para pôr a "escrita em dia", pois podia haver "Pês" por colocar. A assiduidade de Arcílio tornou-se muito irregular quando tomou consciência que na universidade (ao contrário do liceu em que se chumbava por faltas) as consequências eram nulas. Portanto ficava-se pelas aulas do fim da manhã. Outras vezes, mesmo chegando a horas, optava pela "sala verde", situada no 1º andar, um grande e acolhedor espaço alcatifado, envidraçado e com ampla vista para o jardim. Local de estudo e de tertúlia, onde se preguiçava, de livro aberto, se discutiam acaloradamente assuntos que pouco ou nada tinham a ver com o currículo. Os gurus associativos contavam estórias da crise de 69, sugeriam livros alternativos à bibliografia oficial e que não existiam na biblioteca (por exemplo, os 5 volumes da "Sociologia Geral" de Guy Rocher) ou aconselhavam leituras "subversivas" imprescindíveis na formação da consciência política, como sentenciavam. Em suma, os seus parcos conhecimentos de ciência política (e derivados) cresciam céleres num processo que a literatura pedagógica designa por "aquisição de aprendizagens informais, entre pares". À falta de dinheiro, obtinham-se as obras pelo furto nas grandes livrarias da Baixa. As suas consciências (ainda judaico-cristãs) eram tranquilizadas com a lapidar frase d'O Príncipe de Maquiavel: "os fins justificavam os meios". O Arrecadado Moreia, quando aparecia no Instituto, abria a mala e mostrava, com vaidade, as últimas novidades editoriais adquiridas a custo zero. Era um ás na arte do gamanço (sempre por necessidade de alimento intelectual, claro). Arcílio invejava-lhe a biblioteca e, era tal a sua fome de livros, que quis seguir-lhe as pisadas. Acreditava ainda na divisa militar dos Rangers de Lamego (para onde nenhum dos seus novos amigos queria ir caso fosse chamado para a tropa): "a sorte protege os audazes". Saiu-se bem nas primeiras arremetidas (sorte de principiante). Mas ao ser apanhado por duas vezes - na livraria do DN, ao Largo do Chiado, e na Feira do Livro, na Avenida da Liberdade - rapidamente concluiu que não fora talhado para aquelas "operações especiais". Tais acidentes resultavam da sua incompetência na "arte de furtar" (título de um livro iniciático de 1652). Portanto, deixou-se disso… e foi vender enciclopédias, porta-a-porta

Luís Souta
Instituto Politécnico de Setúbal
lsouta@ese.ips.pt

 


Visualização 800x600 - Internet Explorer / Firefox

©2002-2008 RVJ Editores, Lda.  -  webmaster@rvj.pt